En una emotiva celebración de la vida rural y la búsqueda constante de superación, el Ministerio de Agricultura Familiar, mediante el programa Rosita, resalta la conmovedora historia de Delia María Sadaniowski, una mujer cuyas raíces profundas están entrelazadas con la tierra misma.
Originaria de Apóstoles, Delia ha labrado su existencia entre los surcos de la tierra y los lazos familiares que dan sentido a su vida. Aunque rehúsa ser etiquetada como líder, su impacto como agente de cambio en su entorno es innegable. Con una actividad constante, organiza reuniones entre mujeres, busca oportunidades de capacitación para su desarrollo personal y afronta desafíos con determinación en beneficio de la comunidad.
Su familia, el epicentro de su existencia, está compuesta por su esposo Juan, sus hijos y, ahora, sus nietos. Sus días comienzan con el aroma del mate compartido con su esposo, desplegándose luego en una serie de actividades que reflejan su versatilidad y compromiso. Desde participar en reuniones y capacitaciones de Agricultura Familiar hasta trabajar en la huerta, cuyos frutos no solo alimentan a su familia, sino que también se comercializan en la comunidad.
Además de su labor en el campo, se entrega a actividades artesanales como la elaboración de velas de cera de abejas, el bordado y el tejido, demostrando su habilidad polifacética. Incluso encuentra tiempo para cuidar a una señora los fines de semana.
El sueño largamente postergado de completar su educación se hizo realidad gracias al Programa Rosita, diseñado para fomentar el acceso y la culminación de estudios formales en áreas rurales. Con gratitud, Delia recuerda cómo el programa le brindó la oportunidad de finalizar sus estudios, un logro alcanzado con el apoyo incondicional de su hija Luciana.
Sus aspiraciones se centran en ver a sus hijas completar sus estudios y alcanzar la independencia que anhelan. Con plena conciencia de que el camino no es fácil, confía en el trabajo arduo y el apoyo mutuo para hacer realidad sus sueños y los de su familia. Delia María Sadaniowski se erige como un ejemplo de fortaleza, dedicación y amor por su tierra y su gente.
Fuente: Ministerio de Agricultura Familiar