AGRICULTURA FAMILIAR: EL PROGRAMA ROSITA CON UNA HISTORIA DE PERSEVERANCIA Y SUPERACIÓN EN APÓSTOLES

En la localidad de Apóstoles, la vida de María Alejandra Jara, cariñosamente conocida como Ale en su comunidad, se teje con hilos de lucha y victoria. Con 45 años marcados por la experiencia y la entereza, Ale ha forjado un camino de perseverancia y dedicación que ha inspirado a muchos. Nacida en este rincón de la provincia, Ale creció inmersa en los aromas de la huerta y el canto de las gallinas. Desde temprana edad, la vida la desafió con roles de gran responsabilidad, convirtiéndola en madre y sostén de su familia en una encrucijada juvenil.

Entre la crianza de sus hijos y el constante sonido de la máquina de coser, Ale encontró en su arte una vía de expresión y sustento. Sus manos hábiles hilvanaban sueños con cada puntada, mientras su corazón anhelaba la superación personal.

Aunque la finalización de la escuela secundaria estuvo truncada por situaciones de la vida, Ale nunca dejó de avivar la llama del aprendizaje en su interior. “Se presentó esta gran oportunidad”, relata con gratitud, “de rendir las materias adeudadas para poder finalizar la secundaria”. Con firmeza, afrontó los desafíos académicos con el apoyo de su comunidad escolar y compañeras de estudio.

El Programa Rosita, con su premisa de igualdad y superación, le brindó el impulso necesario para elevarse sobre las circunstancias y abrazar un futuro lleno de promesas. “A pesar de mi edad”, confiesa con orgullo, “puedo forjar un camino nuevo, con más oportunidades para mí y mis hijos”.

En su hogar, donde el aroma de la tierra mojada se mezcla con el perfume del jardín, Ale cultiva frutas y verduras, sembrando valores de solidaridad y generosidad. En su rutina diaria, encuentra tiempo para visitar a aquellos que necesitan una mano amiga, ofreciendo su apoyo con la misma ternura con la que costura sus sueños.

El retorno a las aulas representó para Ale la realización de un sueño largamente acariciado. “No es tarde para estudiar y capacitarse”, afirma con convicción. Sus anhelos de seguir estudiando, especialmente en áreas como el inglés o la psicología, auguran nuevos horizontes de crecimiento personal y conocimiento.

Fuente: Ministerio de Agricultura Familiar